Lupillo Rivera vuelve a encender los reflectores al revelar en su libro Tragos Amargos una de las polémicas más profundas del entorno de su propia familia: asegura que su sobrina Chiquis mantuvo un romance secreto con Elena Jiménez, una de las amigas más cercanas de su madre Jenni Rivera. Según relata, ese vínculo no fue un engaño pasajero, sino algo que involucró complicidades inesperadas.
De acuerdo con los pasajes del libro, la relación ocurrió en más de una ocasión, y en una de ellas Esteban Loaiza, exesposo de Jenni, habría estado presente como observador del encuentro. Lupillo incluso menciona que la propia Elena confesó a Jenni lo ocurrido, y que habría un video que solo captó momentos de entrar y salir de un clóset.
El testimonio no solo sacudió la figura de Chiquis, sino que habría provocado un quiebre profundo en la amistad entre Jenni y Elena. Lupillo relata que Jenni se sintió traicionada por alguien en quien confiaba plenamente, alguien a quien le abrió puertas y oportunidades. Esa traición, según él, reconfiguró muchas dinámicas íntimas dentro de la familia y de la amistad.
Para Chiquis, esta acusación representa un episodio doloroso. En el libro se menciona que, cuando Lupillo buscó hablar con ella para conocer su versión, ella lo negó llorando y le pidió prudencia al relatarlo. A día de hoy, ni Elena ni Chiquis han emitido una réplica contundente ante las revelaciones, mientras los seguidores debaten intensamente sobre la veracidad, el perdón y los lazos familiares rotos.
