Hasta hace poco, Lina Luaces era conocida principalmente por ser la hija de la carismática presentadora Lili Estefan. Sin embargo, su triunfo como Miss Cuba y su destacada participación en Miss Universo marcaron un antes y un después en su carrera. La joven modelo no solo logró posicionarse entre las 12 finalistas del certamen, sino que también conquistó al público y a los expertos gracias a su disciplina, preparación y fuerza de voluntad, cualidades que hoy la definen como una figura con identidad propia en el mundo del modelaje.
En uno de los años más polémicos de Miss Universo, Lina decidió romper el silencio y compartir una experiencia amarga que vivió durante la competencia. En una entrevista sincera con Clarissa Molina, reveló que fue víctima de una acusación falsa por parte de una compañera a la que consideraba su amiga. Según contó, esta persona comenzó a difundir el rumor de que Lina tenía maquillistas y estilistas dentro de su habitación, algo estrictamente prohibido por las reglas del certamen.
La modelo explicó que dicha acusación no solo fue injusta, sino que también le causó una profunda tristeza. Aclaró que, precisamente por respetar las normas, optó por peinados recogidos, ya que no sabía arreglar su cabello por sí sola y no podía recibir ayuda externa. “No podía meter a nadie en mi cuarto”, aseguró, desmintiendo categóricamente el señalamiento.
Además, Lina se refirió a las críticas que recibió por el supuesto apoyo a Fátima Bosch. Confirmó que sí la respaldó, pero lamentó los juicios emitidos sin conocer el contexto ni el miedo que algunas concursantes pudieron sentir. Con madurez, defendió el derecho de cada participante a decidir cómo actuar, dejando claro que su paso por Miss Universo estuvo marcado tanto por logros como por duras lecciones personales
